domingo, 3 de julio de 2011

domingo muy domingo

Suena el teléfono, el mundo entero se desmorona en ese eterno instante,
se rompe en mil pedazos que caen sobre mí y me aplastan,
es sólo una sensación dolorosa, devastadora, que quema.

Salgo a la calle y todo sigue igual, el mundo no se ha derrumbado,
la vida sigue, pero yo no tengo fuerza para caminar.

Es él mi pilar, quién me sostiene, él me presta sus brazos, sus piernas, sus pies para llegar hasta vos
y cuando llego no puedo verte, no puedo hablarte.

Sólo me queda sentirte y te siento amigo
creéme te siento,
te amo, te odio, te extraño, tanto te extraño...

A veces apareces y me tocas y te toco, entonces te dejo ir...

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